El instituto de envejecimiento estadounidense, afirma que la segunda causa por la cual muere más gente en los Estados Unidos es la falta de ejercicio y una dieta pobre. La segunda causa es fumar cigarrillos.
Sin embargo, nunca se es demasiado viejo para ponerse en forma. Claro que el haber dedicado tiempo para el ejercicio desde que se es joven, ayuda a mantenerse en forma en la vejez. Con el ejercicio, los años de la tercera edad se pueden convertir en años saludables y productivos.
Un estilo de vida sedentario propicia el deterioro físico y enfermedades. El ejercicio está a sólo unos pasos de nosotros. El ejercicio guiado, con método y constancia, nos puede mantener activos en la vida. El ejercicio y la nutrición correcta son dos factores indispensables para mantenernos saludables mientras envejecemos.
¡Ejercicio! Muchos años de investigaciones serias han determinado que el ejercicio regular y la actividad física protegen la salud y mantienen la habilidad física de la gente en todas las etapas de la vida, por el contrario; no hacer ejercicio es una conducta muy arriesgada.
La razón por la que muchas personas mayores se quedan inactivas y se vuelven dependientes en sus movimientos no es solamente porque han envejecido, la razón principal es que se vuelven inactivos por su apatía hacia el ejercicio.
Una muy buena noticia es que la gente puede beneficiarse notoriamente hasta con niveles moderados de actividad física.
Quienes en la vejez permanecen en la inactividad, ponen en riesgo cuatro importantes capacidades físicas:
La resistencia, la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad.
Las cuatro áreas mencionadas no sólo se pueden mantener con la actividad física, incluso se pueden restaurar y rehabilitar, realizando actividades físicas todos los días. Caminar es la primera opción.
Aunque con actividad muy moderada los beneficios del ejercicio sean aparentemente pequeños, pueden tener una gran influencia en su salud y en su bienestar.
Atención: correr, después de cierta edad y con exceso de peso, pone demasiada presión sobre las rodillas y las articulaciones, pero las caminatas, el levantamiento de pesas ligeras y los ejercicios de estiramiento y de equilibrio ayudan de manera sorprendente.