lunes, 22 de febrero de 2016

Exitoso o decrépito



El desarrollo científico, tecnológico y socio-sanitario ha extendido la esperanza de vida 30 años en promedio en el último medio siglo, en México ya rebasa los 75 años. Y es cada vez más común ver personas, en nuestro entorno, que rebasan los 80 o 90 años.
Durante mucho tiempo se han asociado a la vejez con la enfermedad, el deterioro y la dependencia, incluso para muchas generaciones han sido un paradigma inevitable. El envejecimiento patológico (la decrepitud) es una amenaza para los individuos que viven con una enfermedad crónica, porqué las probabilidades de perder funcionalidad y depender de otros son muy altas.
Nos encontramos ante una reflexión muy profunda: muchísimas personas envejecidas, más viejas que nunca, juntas en un mismo momento histórico. Y muchas de ellas, enfermas.
El sector salud da la alarma del aumento de personas con insuficiencia renal que requieren diálisis y hemodiálisis, detonada  principalmente por Diabetes e Hipertensión Arterial, y otras patologías que dañan los riñones. El gasto de atención es altísimo, privado o público.
¿Existe una opción diferente?
Sí, por supuesto. La clave está en aprender o reaprender hábitos saludables, entre otros, el autocuidado,  la actividad física, mental y social; y contar con una actitud positiva
Son muchas las personas longevas saludables, o al menos con una salud bien gestionada, que derriban los estereotipos y los paradigmas de la decrepitud, la patología y la dependencia.
Sí, vivir un envejecimiento exitoso es posible. La iniciativa es personal y el compromiso también. ¡cuídate y actívate!